Ya hablamos de la importancia de fortalecer nuestro cuerpo con nutrientes y nuevos hábitos que lo ayuden a regenerarse, rejuvenecer y hacerse fuerte. En esta oportunidad vamos a explicar un estresor hormético muy importante del cual vas a poder beneficiarte de manera simple desde tu casa a diario y es “la exposición al frío”.
¿Qué es un Estresor Hormético?
Un estresor hormético es un pequeño estrés que se le aplica al cuerpo exponiéndolo a una situación a la cual no está habituado. Existen muchos estímulos que en el Paleolítico eran hábitos diarios para el homo sapiens y hoy son desconocidos para el hombre moderno.
La exposición al calor, el ayuno, el movimiento continuo, pasar frío, son algunos de ellos. En la actualidad estamos acostumbrados a estar con estufas y calefacción, lo que nos ha sensibilizado al frío haciéndonos más vulnerables.
Está exposición que podemos realizar de manera gradual pero diaria incorporándola como estilo de vida, va a producir en tu cuerpo una necesidad de adaptarse mejorando a nivel biológico para poder sobrellevar el encuentro con ese estímulo.
¿De qué maneras puedes realizar exposición al frío?
Las tres maneras simples en las que podes beneficiarte del frío son:
- Exponerte al exterior en tu jardín o una plaza, simplemente salir al exterior a caminar en esos días en los que hay temperaturas muy bajas, con poca ropa, sin tenerle miedo al frio durante 10 a 15 minutos.
- Otra de las formas simples es tomar duchas de agua helada. En lugar de tomar tu ducha diaria calentita podés utilizar agua fría, lo que hará que tu cuerpo se fortalezca.
- Llenar de agua con hielo la bañera, pileta o un barril y realizar baños de inmersión durante unos 10 minutos a diario. Acá te dejamos un video que explican los beneficios del método de Wim Hof (el hombre de hielo)
¿Cómo puedo comenzar a exponerme al frio?
Para comenzar es importante considerar que vas a estar realizando un entrenamiento de tu cuerpo para que poco a poco vayas haciéndote más resistente al frío.
Con estas exposiciones vas a estar produciendo respuestas biológicas que te harán un ser más sano y fuerte.
La exposición va a ser gradual comenzando de 2 a 5 minutos durante la primera semana para ir exponiéndote cada vez más tiempo hasta llegar a los 15 minutos.
También comenzar en temporadas de primavera/verano o exponiendo sólo ciertas partes del cuerpo va a ayudarte en la adaptación, hasta irte habituando.
Con el entrenamiento notarás que toleras más tiempo de exposición al frío y cada vez te cuesta menos.
También vas a notar que en épocas de temperaturas extremas no sientes tanto el frío y no precisas de calefacción ni de ponerte tanta ropa.
La vida moderna y sus comodidades nos han hecho seres más débiles, sensibles y enfermos. Ahora voy a explicarte todos los beneficios que vas a obtener al exponerte al frío de manera frecuente y cómo vas a estar también colaborando con el medio ambiente.
¿Cuáles son los beneficios de exponerse al frío?
- Mejora el sistema inmune de manera muy significativa.
- Mejora la circulación ya que se produce una vasoconstricción compensatoria en el sistema vascular profundo haciendo que la sangre llegue a todos los tejidos, hasta a los más difíciles de llegar. Las venas se hacen fuertes, se mejora la microcirculación, mejora el retorno circulatorio haciendo que el corazón trabaje con menor esfuerzo.
- Reduce la aparición de varices, celulitis y todos los síntomas de la insuficiencia venosa profunda.
- Reduce la inflamación muscular y articular luego del entrenamiento o producido por cualquier enfermedad que ataque estos órganos.
- Entrena todos los músculos incluso los más pequeños, profundos y en lugares difíciles de llegar, que no podés entrenar de otra manera.
- Hace que la grasa amarilla de tu cuerpo se transforme en grasa parda, un tipo de grasa que te protege del frío y hace que se acelere tu metabolismo y que gastes más calorías diarias.
- Mejora la piel y el cabello. Ayuda a cerrar los poros, la cutícula y da más brillo, descongestiona y desinflama la piel, hace que se vea más firme y luminosa.
- Mejora las emociones estimulando la segregación de dopamina y serotonina por lo cual es excelente para prevenir la depresión y los cambios de estado de ánimo.
- Aumenta la energía y la función mitocondrial, el aumento circulatorio hace que el oxígeno y los nutrientes lleguen a todas las células de manera holgada.
- Elimina el estrés y la ansiedad debido a que estimula la segregación de noradrenalina y baja el cortisol. Si te interesa, podes leer también otros siete hábitos con los que bajé mi ansiedad.
- Estimula el sistema parasimpático que es el que regula las funciones autónomas del organismo. Produce organización, coherencia y coordinación del funcionamiento de todos los sistemas y órganos.
- Mejora tu resistencia al frío y la producción de energía calórica, por lo cual vas a estar además de fuerte, más resistente al frío ayudando así al medio ambiente, no vas a precisar tanta calefacción ni abrigo.
- También vas a utilizar menos cantidad de agua para bañarte cuidando el consumo de la misma, porque cuando utilizamos agua caliente solemos quedarnos mucho tiempo bajo la ducha.
Ahora que conoces todos los beneficios del frío y de bañarte con agua fría, podes realizar un entrenamiento de tu cuerpo para que se favorezca de todos los beneficios que dan estos hábitos que eran completamente normales en el Paleolítico y que hemos ido perdiendo gracias a la vida moderna y sus comodidades.
Podes elegir una o varias de las tres maneras de exponerte al frío como un hábito saludable para mejorar tu vida, hacerte más fuerte y conectar con ese hombre del Paleo que fuiste perdiendo.
Esperamos tus opiniones, sugerencias y preguntas. Con amor Moni ❤️